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Especiales

Gilberto I, un zurdo que marcó época

Extremo de técnica exquisita y gran velocidad, el futbolista nacido en Los Silos se hizo leyenda de la UD Las Palmas antes de acabar su carrera en el CD Tenerife.

Los primeros pasos como futbolista de Gilberto Rodríguez Pérez (Los Silos, Tenerife, 1941-Las Palmas de Gran Canaria, 2018) fueron en el Juventud Silense de su localidad natal, con el que se proclamó en 1960 campeón de la Copa Federación.

Dotado de una técnica envidiable, a la que sumaba una notable punta de velocidad, Gilberto no tardó en ser captado por la UD Las Palmas, en la que ingresó en el verano de 1962.

De la mano de Rosendo Hernández, con solo 21 años se asentó en la alineación titular amarilla —en un curso en el que también tomaron la alternativa Germán Dévora y José Manuel ‘Mamé’ Léon— y comenzó a cimentar una carrera de once temporadas en las que disputó 303 encuentros oficiales: 268 de Liga, 35 de Copa y dos de la Copa de Ferias (actual Europa League).

Gilberto, apodado con el ordinal I tras la llegada a Las Palmas de Justo Gilberto cinco años después de la suya, figura por derecho propio en el olimpo del club amarillo. Es el séptimo goleador de todos los tiempos (71) y el decimotercer jugador con más alineaciones (cuarto entre los tinerfeños de nacimiento tras Martín Marrero, Felipe Martín y Julio Durán).

Aquella década de profesionalismo le permitió participar en el regreso a Primera División de los amarillos en la temporada 63/64, dentro de una plantilla cuyo denominador común fue la presencia de un trío de leyendas irrepetible (Guedes, Tonono y Germán). Gilberto participó con regularidad en la mejor etapa de la UD Las Palmas, simbolizada en el subcampeonato de Liga 1969, bajo la dirección de Luis Molowny.

Con 32 años de edad fichó por el CD Tenerife, en el verano de 1973, y estuvo muy cerca de volver a Primera División, en la temporada 74/75, al quedarse los blanquiazules a solo dos puntos del ascenso. Fue la última campaña de una carrera que cerró con 363 apariciones sobre el césped.

Dos años antes de su fallecimiento, el presidente de la UD Las Palmas, Miguel Ángel Ramírez, le impuso la insignia de oro y brillantes del club amarillo, en los prolegómenos del partido ante el FC Barcelona disputado el 20 de febrero de 2016 en el Estadio Gran Canaria.

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