Toño Hernández: “Estábamos convencidos de que era la oportunidad de nuestra vida y que no volvería a repetirse”
David Amaral, Guina y Toño Hernández eran los tres capitanes blanquiazules en la histórica temporada 1988/1989, la del regreso 28 años después a Primera División. El defensa blanquiazul recuerda en los medios oficiales todos los momentos de la campaña que
GRATOS RECUERDOS: “Son treinta años, después de veintisiete años con el equipo militando entre Segunda División y Segunda División B. Fue y seguirá siendo un año inolvidable. Vivíamos todos juntos en Tabaiba, éramos 16 jugadores y se había hecho una piña muy buena. Empezamos a creernos esto a partir de la décima jornada. Se vio la dinámica y las sensaciones eran muy buenas. Al final lo terminamos refrendando con ese ascenso. Es verdad que pasamos momentos de verdadera angustia y con muchos problemas, pero la unión del equipo fue lo que sacó poco a poco todos esos problemas para dejarlos a un lado. La piña y el grupo, el entrenador que era un fenómeno fue lo que hizo posible que el equipo pudiese subir ese año”.
PARTIDO DE IDA: “El Betis tenía 10 internacionales, veíamos los números y estábamos medio asustados pero convencidos de que podíamos hacer algo grande. Nuestro final de temporada fue un poco problemático, aunque creo que eso nos dio más fuerza. La unión del equipo fue sensacional, veías en las caras de los compañeros y sabías que íbamos a hacer algo importante. No pensábamos meterle cuatro goles al Betis pero íbamos a hacer algo importante. A medida que iba transcurriendo el primer partido, el convencimiento del equipo hizo que la grada también se uniese. Fue algo increíble e inolvidable, y muy difícilmente se va a volver a repetir”.
PARTIDO DE VUELTA: “En la vuelta estábamos asustados. Hacía 38º y casi un ochenta por ciento de humedad. No había nadie en la calle, pensábamos que con el 4-0 no iría nadie al Estadio, pero justo cuando llegamos al Benito Villamarín aquello estaba lleno. Fue un partido muy disputado y muy aguerrido, en el que se permitieron cosas que sí no eran falta, cuáles lo serían. La lucha y la unión del equipo, estar constantemente hablando en el terreno de juego, convencidos de que era la oportunidad de nuestra vida y que no volvería a repetirse. Son momentos que recuerdo y me emociono. Momentos muy bonitos, muy trabajados, muy luchados. Al final conseguimos algo para la gente muy importante, algo inolvidable”.
REGRESO Y CELEBRACIÓN: “Recuerdo que salimos con retraso de Sevilla, llegando cuatro horas tarde a Tenerife. Pero es verdad que en el trayecto del Sur hasta el Estadio la gente metía el coche delante de la guagua para pararla. Todo el mundo estaba cantando, los coches del otro lado también parados. Fue algo inolvidable. No pudimos ni aterrizar en la pista porque hubo gente metida dentro, tuvimos que esperar para poder tomar pista. Cuando llegamos a Santa Cruz… eso hay que vivirlo. La ciudad llena, la gente volcada con el equipo, el equipo volcado con la gente. Fue una prueba muy significativa que nos dio la fuerza para llegar hasta ahí. Todo lo bonito que tengo es de los compañeros. En la guagua, después de haber conseguido el ansiado ascenso, todos estaban callados, pensativos y con las sensaciones de alegría inimaginable. Cada uno de los jugadores de aquella plantilla lo seguirá recordando para siempre”.
BENITO JOANET: “Fue entrenador, fue padre, fue amigo, fue una persona muy querida y muy cercana a todos nosotros. Cuando te tenía que decir algo te lo decía, cuando tenía que reprochar algo lo hacía, pero cuando te tenía que dar un abrazo también te lo daba. Mira que tuvimos altercados en los entrenamientos. Fueron todas esas cosas las que no llevaron hasta donde llegamos. Cada vez que había un problema nos uníamos mucho más. Recuerdo que nos íbamos todos los lunes a comer para celebrar el triunfo conseguido y el que venía. Fue una familia”. "Me acuerdo de Guina, Rommel, Husillos, David… jugadores muy importantes en el equipo".
INICIO DE UNA GRAN ETAPA: “Empezaba la historia del CD Tenerife en Primera División. Tuvimos un primer año complicado, y aun así, lo conseguimos por las ganas que teníamos todos de darle continuidad al proyecto. Afortunadamente estuvimos 10 años y jugamos la UEFA prácticamente de la nada. Hicimos unas temporadas bastante bonitas y muy interesantes. Había gente que estaba pero que no se lo creía. A medida que iban pasando los años la gente se fue acercando al club, al equipo. Creo que eso es un factor muy importante. Cuando está la gente te sientes arropado y en el campo las sensaciones son totalmente diferentes”.
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