Historia blanquiazul en categoría nacional (1953-2020).
Temporada 79/80: De pura cepa. Las estrecheces pecuniarias, el infructuoso mercado foráneo y la fe de Olimpio Romero en la cantera consolidaron en 1979 una plantilla de la casa. Pese a las incidencias extradeportivas, el CD Tenerife soñó con el ascenso ha
Al no lograr el salto de categoría en el primer año en Segunda B, José López extremó la política de ahorro: mantuvo a Romero en el banquillo y prescindió de veteranos como Pepito, Juan Miguel y Aparicio, que fueron relevados por canteranos como Humberto, Joseíto o Chalo. El acople con quienes repetían propició un cuadro con savia isleña.
El pibe de Adeje.- La vuelta a las esencias locales, cuando habían transcurrido 14 años desde la obtención del Trofeo Amberes, otorgado por los diarios Marca y Arriba por su eficiente y meritísima labor de cantera”, aún tuvo un instante más significativo. Avanzado el curso, el 6 de abril de 1980 iba a producirse el debut como titular de un joven defensa de solo 16 años, Juan Miguel Borges, originario de Fañabé. El hecho quedó datado en San Mamés, ante el filial del Athlétic. Nadie le desbancó del puesto.
El sello de “Matute”.- Otro nombre destacado fue el de Víctor, un delantero formado en la fecunda factoría de San Andrés, que había llegado al club en la campaña anterior. Dotado de unas condiciones prodigiosas para colocar el balón donde se le antojaba, en este ejercicio se convirtió en el máximo goleador del conjunto, con 17 tantos. Su pericia futbolística despertó el interés de clubes de categorías superiores y al término de la temporada fue traspasado a la UD Las Palmas, entonces en Primera División.
Marco convulso.- Paradojas de la vida, mientras el equipo adquiría personalidad propia y se batía por recuperar la división de plata, en el entorno se generaba todo tipo de incidencias, con una misma raíz: la crisis económica que lastraba a la entidad. Los impagos se sucedían y rara era la semana en la que no había algún plante en un entrenamiento o algún amago de encierro. Por si era poco, la Guardia Civil registró en febrero el hotel de concentración en Ponferrada, en busca de material de contrabando.
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Fototeca: ACAN
