Skip to main content
Historia

El Heliodoro Rodríguez López cumple este 25 de julio 100 años de su inauguración

La fecha que conmemora la derrota del contraalmirante Nelson en 1797 fue elegida como punto de arranque de un recinto que tomó vida, con una victoria del CD Tenerife sobre el Marino grancanario (2-1).

Información y fotografía: Acan

Fotografía de apertura: Los jugadores del Marino y el CD Tenerife forman antes de comenzar el partido inaugural el 25 de julio de 1925 (ARCHIVO CD TENERIFE/FONDO LEGADO PEPE LÓPEZ).

Una fecha simbólica para un día simbólico. Tal día como hoy, 25 de julio, de hace 100 años fue inaugurado el Stadium sobre la misma ubicación que hoy ocupa el Heliodoro Rodríguez López, coliseo blanquiazul que cumple este viernes su primer centenario de vida después de acoger aquel sábado en medio de la canícula un CD Tenerife-Marino, protoderbi de los clásicos que desde 1949 midieron al representativo con la UD Las Palmas. La fecha elegida para la puesta de largo del recinto financiado íntegramente por el CD Tenerife no era casual. Santa Cruz ya conmemoraba desde el siglo XIX cada 25 de julio (festividad de Santiago el Mayor) la derrota de las tropas británicas que al mando del entonces contralmirante Horacio Nelson trataron de tomar la ciudad en 1797.

Esto explica la elección, como la configuración del escudo del club, que incorpora en su divisa al de la Muy Leal, Noble, Invicta y Muy Benéfica Ciudad, Puerto y Plaza de Santa Cruz de Santiago de Tenerife. Y andando el tiempo, el rival invitado supuso un guiño premonitorio de los derbis del fútbol canario que conocemos en su formato actual desde 1950. Siendo uno de los cinco clubes que dieron origen en 1949 a la UD Las Palmas, solo el Marino FC –o acaso el Real Club Victoria– cumplía como ninguno la condición de magno convidado a la cita. Y así fue.

A las seis de la tarde (con actos previos desde las cuatro de la tarde), de rigurosa chaqueta y corbata los hombres, de traje y sombrilla contra el sol las damas, arrancó el partido inaugural, precedido de la bendición impartida por el arcipreste capitalino –y reconocido futbolero– Herráiz Malo, y la suelta de "más de mil palomas". Los padrinos de la inauguración fueron el empresario Sixto Melitón Machado y Rosario Rivera, esposa de Juan Muñoz Pruneda (presidente del CD Tenerife), realizando el sorteo de campo entre los capitanes del CD Tenerife y el Marino FC el árbitro grancanario Francisco Ojeda, con la primera moneda que entró en la taquilla. El hijo del matrimonio Muñoz-Rivera hizo el saque honor ante el colegiado y los jugadores locales Barroso, Pascual y Arocha.

Casi un once de gala.- La baja de última hora del delantero Antonio Torres impidió al CD Tenerife alinearse con su once titular y provocó que uno de los porteros (Joaquín Pascual) actuara como jugador de campo y, de paso, tuviera el honor de hacer el primer gol en el Stadium. Así quedó para la posteridad el formado Baudet; Bello, Cabrera; Castellano, Cárdenes, Hardisson; Elías, Barroso, Pascual, Arocha y Pérez. Enfrente, el Marino FC opuso a Brito; Piri, Rafael González; Guerra, Rivas, Rodríguez; Pita, Perdomo, Teodosio, Mortales y Andrés Pérez.

Lo que dijeron los medios.- La pieza en el periódico La Prensa que con el seudónimo R firmó el domingo 26 de julio Domingo Rodríguez –un adelantado del periodismo deportivo local– es una mezcla de crónica social y deportiva. Consideraba la inauguración como “la mayor de las fiestas que en los últimos tiempos se han organizado entre nosotros”, y para ello se apoyaba en la descripción de las horas previas: “Desde la plaza de la Constitución a la plaza de la Paz y a todo lo largo del paseo de las Asuncionistas, la fila interminable de autos daba la nota de extraordinaria alegría y movimiento en nuestra población, aumentada por la gran cantidad de forasteros llegados de los principales pueblos de la Isla”, escribe Rodríguez, fundador casi treinta años después del diario Jornada Deportiva. ¿Y el partido? R no sale muy satisfecho de la cita. Así una crítica que podría obrar como titular (“Tenerife y Marino estuvieron desacertados y nerviosos”), aunque queda matizada por dos acciones antes del descanso: “Una estirada de Baudet” y una arrancada de Hardisson “hasta campo contrario, en una sucesión de admirables regates que levantaron a todo el público en un aplauso unánime”. Tras la pausa, los goles de Joaquín Pascual (68’) y Arocha (78’) –con el efímero empate de Teodosio (73’)– no dejan del todo contento al cronista, que luego se lamentará de que Alfonso y Rojas, dos jóvenes joyas de la cantera blanquiazul, sólo se alinearan en el segundo partido contra el Marino FC, al día siguiente. “Fue una pena que no jugara ese partido tan completo el día de la inauguración, para que así la fiesta resultara completa”, sentencia R. El Stadium que no fue. Según reflejaba La Prensa un año antes, el proyecto inicial del campo recogía que llevaría la denominación de Juan Muñoz Pruneda, aunque se le conoció desde su apertura como el Stadium. Y luego como el Estadio del CD Tenerife, hasta que fue bautizado como Heliodoro Rodríguez López en 1951. Además, se preveía la construcción de una pista de atletismo, dos canchas de tenis, fosos de saltos y lanzamientos, un gimnasio y un bar-cantina. Solo este último elemento se llevó a término. Sobre el papel, el graderío y las tribunas (de cemento armado y un aforo mínimo para 6 000 espectadores), podrían de ampliarse hasta 15 000. La realidad es que aquel 25 de julio nació con 7 000 plazas.

Adiós a Miraflores.- Solo tres días antes de estrenarse en el flamante Stadium, el CD Tenerife se despidió del pequeño campo de Miraflores, donde residió en sus primeras tres temporadas de existencia. Con un terreno de juego de dimensiones reducidas (un rectángulo de 81x42 metros), un amistoso ante el Laurel ganado 3-1 por los blanquiazules con goles de Arocha, Torres y Elías cerró una lista de 106 comparecencias del representativo en el recinto propiedad de la familia Caulfield. La relación arranca el 1 de octubre de 1922 con un partido de preparación entre titulares y suplentes ganado (0-19) por los inhabituales. A esta cita de estreno le siguieron partidos oficiales y de preparación contra más de una decena de rivales locales (Santa Cruz, Hespérides, Castro, Gimnástica, Rival, Luz y Vida, Salamanca, Laurel, Iberia y Fomento), grancanarios (Victoria, Gran Canaria, Porteño, Marino, Santa Catalina y una selección de Las Palmas), peninsulares (el Real Vigo –antecesor del RC Celta–, el Sevilla y una selección gaditana) y extranjeros, entre los que debe distinguirse entre clubes establecidos (Marítimo de Funchal y el Unión de Funchal), y los equipos improvisados entre las tripulaciones de los barcos que atracaban en el Puerto de Santa Cruz.

Anverso del programa de mano de la inauguración del ‘Stadium’.
Reverso del programa de mano de la inauguración del ‘Stadium’.
Saltar a la siguiente sección

#CentenarioHRL #HistoriaCDT #LaBregaNosUne #DiSAFÍO