
El gol de los goles de un 17 de junio
El CD Tenerife cumple este jueves veinte años de su tercer ascenso a la máxima categoría con una victoria agónica frente al Leganés gracias al tanto de Hugo Alberto Morales. Con tal motivo, el próximo martes 22 de junio a las 18:00 horas, se celebrará la
Un gol de libre directo, un gol casi en el último sexto de un partido arrumbado a un empate a cero que lo dejaba sin premio, un gol de un mediocampista sin querencia por el gol, un gol contra los elementos —lejos de la Isla— y un gol para romper los pronósticos, que no le daban como favorito. El tercer ascenso del CD Tenerife a Primera División, del que este jueves 17 de junio se cumplen veinte años, pasó a la historia como el más sufrido, dentro y fuera del campo.
El equipo blanquiazul se empeñó aquel domingo de verano, antes de que el verano lo fuera oficialmente, en recordar a propios y ajenos que el fútbol no es el fruto de una operación matemática. Y, así, firmó en la casa del CD Leganés —ya salvado una semana antes del descenso, pero ‘obligado’ ayudar a su vecino de la ribera del Manzanares— una victoria (0-1) fabricada por el zapatazo certero en el minuto 72 de Hugo Alberto Morales.
El gol de ‘Huguito’ fue el gol de los goles y su celebración en estado de éxtasis —la mirada perdida, los brazos al cielo—, el festejo de toda una isla, primero expectante en lo que el partido en el estadio de Butarque consumía sus últimos veinte minutos, luego liberada, cuando todo acabó con la tercera plaza en la clasificación final, y un sitio en la élite perdida dos cursos atrás, para el CD Tenerife.
Los elementos conjurados contra la apuesta del representativo parecían a favor del Atlético de Madrid, descendido un año antes al ‘infierno’ que suponía la Segunda División para uno de los tres grandes de la Liga española. Ya ascendidos Sevilla (80 puntos finales, campeón) y Betis (75, segundo), debían ganar los colchoneros en la última jornada en el campo del Getafe para completar la apuesta más lógica de una temporada que ‘reservaba’ la tercera plaza de privilegio para el otro ‘extraño’ de la categoría.
Cumplió con su parte y ganó el Atleti (Toni, Aguilera, Santi Denia, Salva, Kiko o el ‘Niño’ Torres…) por la mínima (Luque, min. 28) a un Getafe ya con los dos pies en la Segunda División B y se dispuso a esperar a que la presión —la ambiental y la psicológica— pudiera con el CDTenerife, obligado a hacer el mismo resultado que su rival por el ascenso. Pero no contó con la estrategia del entrenador blanquiazul ni con la calidad que distinguía al hacedor del gol de los goles.
Andando el minuto 20 de la segunda parte, Rafa Benítez (el técnico) quitó a Dani para que Hugo Morales (el conseguidor) enganchara junto a Martí y Antonio Hidalgo con los tres delanteros (Mista, Marioni y Luis García) que ya entonces buscaban el tanto imposible. Pisó ‘Moralito’ el césped y poco cambió hasta que Mista recibió una falta táctica a treinta metros de la portería de Raúl Arribas. En la lógica del sistema de Benítez y del mismo fútbol, todo hacía pensar en un golpeo con rosca al área para encontrar una cabeza salvadora o una segunda jugada más franca para un remate.
Pero de Hugo Morales cabía esperar la decisión distinta que siempre distinguió a un digno heredero de otros argentinos ‘cancheros’ —el ‘Tata’ Martino, Redondo, Latorre…— que le precedieron en el CD Tenerife. Morales la tocó en corto para Curro Torres, recibió la devolución del lateral valenciano y la pegó seca, abajo, con el interior, para transformar aquel balón en un objeto con vida propia que se fue revolucionando giro a giro hasta encontrar la red de la portería de Raúl.
Lo que vino a continuación forma parte indisoluble del recuerdo de los seguidores ‘birrias’. Hugo brazos al cielo, Hugo mandando a callar al público de Butarque, Hugo devorado por una piña de compañeros que, ahora sí, ya creían que los pronósticos eran suyos… la gesta en Leganés siempre estará ligada al nombre de un futbolista egresado ese día como leyenda del tinerfeñismo, pese a que ‘solo’ vistió el equipaje albiazul 99 veces o solo marcó otro gol más para el Tenerife luego del gol de los goles.
Y a Morales —antes medalla de plata en los Juegos de Atlanta 96 e ídolo del Club Atlético Lanús — le acompaña en la orla de aquella temporada memorable más de una veintena de futbolistas —trece de ellos debutantes en el equipo— que tuvieron el mérito de acoplarse en una sola temporada al método y el fútbol de Rafael Benítez Maudes, también debutante en el banquillo del Heliodoro. Otro entrenador, como antes Jupp Heynckes en el Real Madrid, que hizo historia en el CD Tenerife antes de consagrarse como campeón de Europa en un grande como el Liverpool.
Fotografía: ACAN
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