
59º aniversario del primer ascenso a la máxima categoría
El 30 de abril de 1961, en Extremadura, el Club Deportivo Tenerife lograba el que sería su primer ascenso a la máxima categoría del fútbol español. Para rememorar tal hazaña, “Bota Heliodoro”, programa oficial de radio, ha reunido este jueves a varios de
SANTI GONZÁLEZ. Le llamaban “El Flaco”, aunque el entrenador Heriberto Herrera prefería decirle “El Gordo”. Curiosamente, Santi disputó su único partido como titular en toda la temporada 60-61 ese día tan señalado: “Esa fecha va quedando atrás, aunque siempre es una alegría poder recordarlo. La pena es que cada vez vamos quedando menos. Llegué al equipo en octubre de 1960, junto con José Juan Gutiérrez. El entrenador, Heriberto Herrera, era el que más ganas ponía en cada sesión. Un grandísimo partido en Ceuta de Ñito y de todo el equipo, nos hizo ver que era posible hacer una gran temporada. ¿Heriberto Herrera? Era un fenómeno en todos los sentidos. Aparentaba ser un tipo duro, pero luego era un tío entrañable. Y te lo dice alguien que sólo jugó ese partido como titular, aunque lo entendí perfectamente porque teníamos una gran plantilla. El duelo ante el Extremadura fue muy disputado, pero teníamos un valladar en la portería, dos torres como Correa y Borredá, dos medio volantes como Villar y Padrón, dos laterales inmensos y qué te voy a contar del centro del campo y la delantera que no se sepa. Lo del final del partido fue impresionante. Corrimos todos hacia el míster, lo zarandeamos y la alegría fue total. Jamás olvidaré la llegada al aeropuerto en Tenerife. Fue increíble. Me acordé de que allí estaba mi madre, la miré a través de la ventanilla de la guagua y rompí a llorar”.
JOSÉ JUAN GUTIÉRREZ. Al igual que Santi González, José Juan llegó al CD Tenerife procedente del Real Unión, equipo donde había logrado títulos y que le sirvió de trampolín para recalar en el representativo: “Hay momentos en la vida que son imposibles de olvidar y aquel ascenso a Primera División jamás se me irá de la cabeza. Fue uno de los grandes logros que tuve como futbolista profesional. Empezamos la Liga con la ilusión de poder hacer algo importante. Tuvimos una buena trayectoria con Heriberto Herrera de entrenador, disponíamos de una plantilla excelente e hicimos una temporada fantástica. Heriberto era un hombre muy estricto y lo llamaban “El Sargento de Hierro”. Se tomaba las cosas con mucho desvelo, un grandísimo profesional y miraba por el interés de los jugadores. Aquel Tenerife tenía una alineación que todo el mundo conocía y recitaba de memoria. Tuvimos una buena línea durante toda la temporada. Mantuvimos una dura pugna con el Ceuta y supimos hacerle frente. Cuando acabó el partido de Extremadura, la alegría se desbordó. Es imposible quedarse con una sola imagen. ¿El recibimiento? Aquello fue inenarrable. Llegamos de madrugada y lo hicimos con unos sombreritos de paja muy chulitos, que habíamos comprado en Madrid. Eso sí, bien vestidos porque éramos un poquito presumidillos. Jamás olvidaré que una abuela paterna mía, que fue quien me regaló mi primer coche, tuvo una alegría inmensa cuando se enteró que yo había sustituido en el CD Tenerife como delantero centro a uno de sus grandes ídolos, Antonio “El Loco”. Incluso estando muy grave en aquellos días tuvo fuerzas y entereza para preguntar que cómo había quedado el Tenerife en aquel partido del ascenso”.
JOSÉ MANUEL DELGADO “TOSCO”. Nació en Icod de los Vinos, pero siendo muy joven se vino a la capital para fichar por el CD Tenerife. Desde hace más de 50 años reside en Málaga. Esa temporada del ascenso jugó muy pocos partidos, pero también recuerda con nostalgia aquella fecha histórica: “Ya son muchos los años que llevamos en Málaga, pero claro que me acuerdo de aquella etapa. Aparte del fútbol hemos tenido tiempo para hacer más cosas, siendo pioneros en la creación de colegios para niños. Mis recuerdos concretos de aquella temporada son muy pequeños. Jugué muy pocos partidos, porque estaba terminando mi periplo como futbolista del Tenerife. Sin embargo, sí que tengo recuerdos y todos muy buenos de aquellos días vividos. No me acuerdo mucho del número de partidos disputados en mi carrera en el CD Tenerife (149), pero sí que casi todos fueron jugados a cara de perro. Las condiciones eran otras muy distintas a las de ahora. Me acuerdo de amigos como Santi Villar y Ñito, que fue compañero mío no sólo en el Tenerife, sino también en el Granada. No jugué aquel partido de Extremadura, pero todos los recuerdos de aquellos momentos fueron muy buenos. Hubo mucha fiesta. ¿Recuerdos de Icod? Son muy antiguos. Salí de allí muy jovencito, para irme al Puerto de la Cruz y, luego, al Tenerife. Mi paso por el CD Tenerife fue muy bonito y, al mismo tiempo, muy complicado. Se vivía con mucha intensidad, los viajes en avión eran cada vez peores y en ocasiones era casi más preferible viajar andando (sonríe). Le deseo toda la suerte del mundo al CD Tenerife”.
CIPRIANO GONZÁLEZ, “ÑITO”. Cipriano González, “Ñito”, comenzó a jugar en el CD San Andrés, maduró en el CD Tenerife y luego militó hasta 11 temporadas en Primera División (Valencia, Granada y Murcia), acumulando 300 partidos como profesional. Ñito repasó en “Bota Heliodoro” radio aquella la gesta del ascenso a Primera División: “Aquello fue maravilloso. Teníamos ganas de ascender y lo conseguimos. Durante la temporada estuvimos muy parejos con el Ceuta. Teníamos una gran plantilla y manejábamos muy bien el ‘tempo’ del partido. El objetivo era intentar subir. Nuestro entrenador fue una pieza clave. El Tenerife era un bloque perfecto y la alineación era algo que recitábamos de memoria. Recuerdo que eran viajes muy largos en la Península, con mucha guagua y largos trayectos por carretera. Lo único en lo que yo pensaba era en jugar y en ganar. Intentábamos hacerlo bien, para escalar posiciones en la clasificación. Con tal de ascender, me daba lo mismo hacerlo fuera de casa, pero no cabe duda que el apoyo de los aficionados era vital para nosotros. Aquel día en Extremadura lo recuerdo de una manera especial. Éramos conscientes en el equipo que podíamos perder en un partido todo lo ganado meses atrás. Tratábamos de mejorar siempre y pensando en todo momento que era posible el ascenso. La verdadera disciplina en el equipo la impuso Heriberto Herrera y fue una pieza clave para subir a Primera División. Cuando yo pisaba un campo intentaba relajarme y pensaba sólo en tratar de jugar y de ganar, tal y como hacían todos mis compañeros. Ese encuentro en Extremadura me salió bastante bien. El final del partido fue una locura. Nos tirábamos uno contra el otro, nos abrazamos, nos pusimos de rodillas mirando al cielo. El regreso a la Isla fue inolvidable. Lo del aeropuerto fue tremendo. Éramos casi todos de Tenerife y la alegría fue inmensa”.
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