Temporada 73/74: A un paso de la gloria
Dos puntos le faltaron al CD Tenerife para revivir el ascenso a Primera del que había disfrutado doce años antes. A su renovada fortaleza en casa, clave para amarrar la permanencia en el curso previo, le faltó una mayor eficacia en tierras peninsulares.
ACAN
La apertura de fronteras trajo a los uruguayos Kraus y Ferreira, con el visto bueno de su compatriota Dagoberto Moll, nuevo técnico de la entidad. La competición, tanto en Primera como en Segunda, adquiría un exotismo especial, con la incorporación de futbolistas de diversas nacionalidades a todos los clubes, excepto los del País Vasco.
A modo de cóctel.- Además de los mencionados, el Tenerife combinó fichajes de futbolistas con experiencia, como era el caso de Gilberto I (Las Palmas), con canteranos menos curtidos, como Nemesio, Eduardo y José Manuel. Todos cubrieron con acierto las bajas de José Juan, Felipe y Bergara. Al éxito también ayudó la explosión goleadora de Medina, Mauro y, sobre todo, Cantudo, que al acabar la Liga fue traspasado al Sevilla por la cifra récord de doce millones de pesetas.
Como un fortín.- “Los equipos venían en el avión y ya iban perdiendo por 1-0”. La afirmación de Pedro Kraus ayuda a entender el crédito del Tenerife en su estadio, donde solo cedió cuatro puntos. Infundía pavor entre sus visitantes. Pero dejaba que desear lejos de la isla, al menos para rematar la campaña con el salto a Primera. De nada valió el compromiso contraído por el presidente González Cano con su plantel, cifrado en una prima de un millón de pesetas. Sobre todo, tras la goleada en Baracaldo (5-1).
Remontada histórica.- Por lo demás, la temporada dejó una noche heroica en el torneo de Copa, con una remontada de tintes inéditos en la historia blanquiazul. Sucedió ante el Córdoba, que en la ida le endosó al Tenerife un 3-0 incontestable. Pese a la solvencia en casa, pocos confiaban en su suerte a la vuelta y Moll se decantó por los menos habituales. A 23 minutos del final, la eliminatoria estaba igualada. Y en la prórroga, con un jugador menos, Mauro logró el pase de ronda. Una gesta así no ha vuelto a repetirse.
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