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Primer equipo

El tinerfeñismo llora por la pérdida de Paco Zuppo

La familia del CD Tenerife está llena de dolor después de conocer el fallecimiento de Francisco “Paco” Zuppo Núñez, una de las figuras más importantes de la historia del tinerfeñismo. Zuppo fue un aficionado blanquiazul que se hizo popular al animar a las

Su historia va ligada con el CD Tenerife. De hecho, el ex presidente blanquiazul, Javier Pérez, le concedió en su día la medalla de oro y brillantes del club. Y es que Paco Zuppo rescató el popular guito de guerra del Riki-Raca.

Pero la relación de Zuppo con el fútbol venía de lejos. Antes que por su faceta de animador se le conoció como jugador del Real Unión y el Price. No obstante, como a tantos jóvenes de la época, le tocó esperar a que pasara la Guerra Civil para dar rienda suelta a su afición por la pelota. De hecho, Zuppo fue movilizado y durante la contienda le tocó servir en el frente del Ebro. Como futbolista actuaba de extremo derecho, pero al colgar las botas no siguió vinculado al fútbol como entrenador o directivo. Él mismo se encargaba de decir que no valía para eso. Fue entonces cuando, poco a poco, se dio a conocer en su faceta de animador del cotarro.

Su hijo, Francisco Zuppo Pérez, recuerda la maestría de su padre en la interpretación del Riki-raca, implicando a todos los aficionados. Como si de un director de orquesta se tratase, “primero se viraba hacía General de pie y decía “una”. Luego seguía en dirección contraria a las agujas del reloj, miraba a San Sebastián y decía “dos”; y finalmente se dirigía a Herradura con el “y tres”. Y entonces, todo el Heliodoro le respondía con el Riki-raca. Además, el asunto también tenía una coreografía, moviendo las manos y los pies para llamar la atención del público”.
 
Zuppo también preparó viajes a Madrid para animar al CD Tenerife en sus desplazamientos. Con el representativo lejos de la élite del fútbol nacional, los campos de Plus Ultra, Carabanchel o Pegaso conocieron al bullicioso seguidor, que se rodeaba de los estudiantes tinerfeños en la capital de España para corear el Riki-raca. Años después, siendo Javier Pérez presidente del CD Tenerife, se le impuso la insignia de oro y brillantes del club. El Náutico y el Real Automóvil Club también le condecoraron. Y el Ayuntamiento de Santa Cruz le concedió en su día la medalla de bronce de la ciudad.

El valor emocional y simbólico del Riki-raca para el tinerfeñismo es tan alto que incluso el himno del club lo recoge. La histórica interpretación los Huaracheros, estrenada en 1960, acaba precisamente con el grito de guerra tras el último acorde. Ahora, en pleno siglo XXI, sin un Paco Zuppo que se encargue de invocar a la victoria, muchas veces desde las gradas del Heliodoro surge espontáneo el “ Riki-raca / zumba-raca / sim-bom-ba / ra-ra-ra / Tenerife / Tenerife / y nadie más”. Felizmente, el cántico ha pasado de una generación a otra.