El Heliodoro Rodríguez López, entonces bautizado como Stadium, fue inaugurado el 25 de julio de 2025 con un amistoso entre el CD Tenerife y el Marino grancanario que ganaron los blanquiazules (2-1). A aquella puesta de largo le siguieron otros diez partidos de preparación en los siguientes cinco meses, pero no fue hasta el 3 de enero de 1926 que el primer equipo blanquiazul se estrenó en un compromiso oficial, cuando se impuso (2-0) al Puerto Cruz, en la primera jornada de una liga insular con siete equipos disputada a una sola vuelta.

Desde entonces, el CD Tenerife hizo frente a otros 1.798 encuentros de competiciones insulares, regionales, nacionales e internacionales que colocaron el contador a un paso de las 1.800 comparecencias en su coliseo, que se cumplirán este jueves (21:00 horas) en la cita frente al Granada CF, correspondiente a la segunda ronda de la Copa SM el Rey.

A un mes de que se conmemore un siglo de aquel Tenerife-Puerto Cruz, la trayectoria del representativo en el primitivo Stadium —desde 1950 con su denominación actual— se resume, estadísticamente hablando, en 1.036 victorias, 443 empates y 320 derrotas. Marcó 3.360 goles (con Antonio Pedrero encabezando la lista de anotadores en la plaza) y encajó 1.637. Y aunque pueda parecer extraño, en 89 ocasiones actuó en su condición de equipo visitante, pues, sobre todo durante la primera mitad del siglo pasado, también fue la casa de otros clubes tinerfeños.

El primer ídolo; primer ‘Pichichi’.- Solo a un jugador señalado por el talento como Ángel Arocha podía corresponder el honor de ser el primer máximo goleador en el Heliodoro Rodríguez López, en la serie de 102 temporadas en las que ha sido inquilino del Estadio. Leyenda tinerfeñista de primera generación, primer tinerfeño internacional con la selección española y luego ídolo y fenómeno de masas del FC Barcelona —203 goles en 210 partidos—, Arochita (1907-1938) cerró el curso 25-26 con siete dianas (y otras dos a domicilio) sin llegar aún a los veinte años.

Más goles que Antonio, nadie.- Si Arocha pasó a la historia temprana del recinto de la avenida de San Sebastián, el honor de ser el Pichichi del Heliodoro Rodríguez López después de los 1.800 que se cumplen esta semana le corresponde a Antonio Pedrero, El Loco (1930-2007), apodado así por “correr como un loco” en todos los partidos, buscando balones imposibles y peleando contra defensas pobladas. Sus 121 goles en las 12 temporadas que defendió los colores blanquiazules —ocho de ellas también como mejor artillero del Estadio— superan los 90 de Julio Alonso Arribas, Julito (1930-2013) y dobla los de Bernardino Semán (1910-1943), quien cierra el podio con los 59 aciertos que firmó en sus ocho temporadas.

Ni más partidos que Molina.- Nadie jugó más partidos oficiales en el Heliodoro Rodríguez López que Alberto Molina (Las Palmas de Gran Canaria, 1943). El eterno capitán blanquiazul disputó 205 de sus 413 encuentros ante un público que siempre le tuvo un respeto reverencial, aunque, cumplida la primera cincuentena, los siguientes 155 fueron de propina, tras superar una triada (rotura del ligamento cruzado anterior, rotura del ligamento colateral interno y rotura del menisco interno) que se produjo el 1 de enero de 1967, una lesión que en su tiempo era terminal. A Molina le siguen en el escalafón Aitor Sanz (200 tras el CD Tenerife-CD Arenteiro del sábado pasado), Toño Hernández (191), Santiago Villar (182), Suso Santana (180) y Felipe Miñambres (179).

Ocho partidos ‘exiliado’.-  Hasta ocho partidos jugó el CD Tenerife como local, aunque lejos de su Estadio. Así, durante la II República y tras la Guerra Civil disputó tres en la Península al aceptar los clubes canarios las condiciones impuestas por la Federación Española de Fútbol para participar en el Campeonato de España de las temporadas 31-32, 33-34 y 39-40, ante Real Betis, Hércules CF y Sevilla FC, respectivamente. En la primavera de 1950 volvió a alejarse del Stadium, ahora de forma voluntaria, siendo local en la Liga Insular ante el Real Hespérides en La Laguna y frente al Norte en Puerto de la Cruz como deferencia a estos dos clubes, que le cedieron una decena de jugadores para la fase de ascenso posterior a Segunda División. Ya en categorías nacionales, el desaparecido Estadio Insular de Las Palmas de Gran Canaria acogió, por el cierre del Heliodoro Rodríguez López como castigo por incidentes del público, el CD Tenerife-Burgos de la temporada 82-83 (1-0); el CD Tenerife-Rayo Vallecano de la 89-90 (1-0) y el CD Tenerife-Real Valladolid de la 93-94 (0-2).
Y en la lista se podría incluir como medio partido en el exilio los treinta minutos finales del CD Tenerife-Real Unión del 2 de marzo de 1934 en el Campo España grancanario. Aquel interminable choque se había iniciado en diciembre de 1933 en el Stadium, se anuló y repitió dos meses después a puerta cerrada en idéntico escenario, pero se suspendió a la hora de juego “por invasión del público, teniendo que actuar las fuerzas de Asalto”. Hasta que, por fin, se acabó en Las Palmas.

Y ocho de la Copa de la UEFA.- Las dos participaciones en competiciones continentales permitieron que el Heliodoro Rodríguez López acogiera hasta ocho partidos de la Copa de la UEFA, tres del curso 93-94 y cinco del 96-97. En esa segunda etapa —cerrada con la eliminación en la prórroga de la vuelta de semifinales frente al Schalke 04—, quedó para el imaginario birria como mejor partido de la historia del Heliodoro el CD Tenerife-Lazio del 29 de octubre de 1996, sellado con una espléndida remontada (5-3) que lo colocó en la ronda de octavos.

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