La puerta 32 en la grada de San Sebastián fue testigo del sentido homenaje que le rindió el CD Tenerife este martes, día 2 de diciembre, a los 335 aficionados y empresas que, hace más de un siglo, hicieron posible la construcción del “Stadium”. 

En el acto, dirigido por Juan Galarza, responsable de proyectos históricos de la entidad, asistieron Felipe Miñambres, presidente tinerfeñista, Ayoze García, vicepresidente de la entidad, Sheila Trujillo, consejera blanquiazul, así como una amplia representación de familiares de los colaboradores y aficionados/as que aportaron al crecimiento de la entidad en el pasado siglo junto a una nutrida presencia de diferentes integrantes de la gran familia tinerfeñista.

Aquel empréstito popular, lanzado en 1924 por la joven directiva blanquiazul, permitió adquirir la finca de la familia Cañadas y levantar en menos de un año las primeras gradas del recinto que marcaría el devenir del club.

La iniciativa, considerada en la época una “obra patriótica por excelencia”, reunió aportaciones que iban desde las 100 hasta las 20.000 pesetas, suscritas tanto por ciudadanos anónimos como por influyentes personalidades de la política, la empresa y la cultura. Entre ellos figuraron familias fundacionales del tinerfeñismo, representantes institucionales y compañías internacionales vinculadas al comercio insular.

Más allá de la rentabilidad económica ofrecida, a los participantes los movió un profundo sentimiento de identidad local. Muchos incluso renunciaron a los intereses para acceder a la propiedad temporal de asientos en el nuevo estadio, gesto que evidenció la magnitud del compromiso social que impulsó aquella obra.

Un siglo después, nuestro reconocimiento a aquella respuesta.

Nuestra gratitud a los partícipes del empréstito, todos ellos tinerfeñistas de primera generación.

Porque su ejemplo nos guía a mantener en alto el escudo y la bandera del centenario Club de nuestros amores.

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