Temporada 56/57: un entrenador-jugador contra la crisis
La cuarta campaña en la división de plata tuvo en Diego Lozano una doble figura, y se apoyó en la capacidad goleadora del trío Julito-Antonio-Padrón para conseguir una permanencia complicada, a solo tres jornadas del final del campeonato.
Eran tiempos de dificultades... y la cantera fue la solución. Eso ocurrió bajo la presidencia de José Badía Galván, que al acceder al cargo se desprendió de Munné, Carrasco, Marroig, Pantaleón, Ibáñez, García y el veterano Chicho. Fichajes no hubo, los que estaban renovaron a la baja y como entrenador se apostó por Diego Lozano, que ejercería como técnico… y como solvente defensa.
Protagonismo local.- Sin fichajes de relumbrón, las incorporaciones más destacadas fueron las del mediocampista Alemán (Güímar), la del interior gomero Ramón Herrera o algunas presencias en el primer equipo del juvenil Foncho, que años más tarde brillaría en el FC Barcelona. Y entre los veteranos brillaron los infalibles Tosco, Villar, Tomás, Padrón, Julito o Antonio. Estos dos últimos se repartieron 40 goles y resultaron vitales.
Dos triunfos curiosos.- El CD Tenerife logró en las primeras jornadas dos victorias importantes. En el Heliodoro Rodríguez López ante el Málaga (2-0), después de que los andaluces sufrieran un aterrizaje de emergencia en un descampado de Los Baldíos, que obligó a aplazar el encuentro un par de días. Y ante el Betis (1-3) en su campo, remontando un gol adverso marcado por Cela, tras recibir el pase de un fotógrafo, que devolvió al campo un balón enviado a córner por Cuco.
Muchos apuros.- La ampliación de la categoría a 20 equipos por grupo hacía que descendieran los cuatro últimos y promocionaran otros dos equipos. A falta de tres jornadas, tras caer (7-4) ante el Córdoba, los blanquiazules eran carne de descenso. Sin embargo, tres días después ganaban (0-4) en Puente Genil y se alejaban del abismo. Luego, dos victorias ante el Castellón (2-1) y Ceuta (5-0) le permitieron hasta eludir la promoción.
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