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Borja Lasso, blanquiazul de corazón

Hoy es un día triste; hoy es un día gris, muy gris. Este 14 de diciembre de 2021 será recordado como la fecha en la que Borja Lasso tuvo que decir adiós, de forma injustamente prematura, a su gran pasión: el fútbol. Después de dos años de constante lucha

Era la tarde del día 14 de diciembre de 2019 y el balón había comenzado a rodar sobre el césped del Heliodoro Rodríguez López hacía apenas cuatro minutos. Era un CD Tenerife-AD Alcorcón de la jornada 20 de LaLiga SmartBank 19/20.  

En el once inicial blanquiazul, con el 8 a la espalda, el mago Borja Lasso realiza una conducción cerca del banquillo visitante. Justo entonces sufre una fortísima entrada por detrás, a todas luces desmedida, que congela el Estadio. El centrocampista andaluz cae al suelo. Poco minutos después, con no pocas dificultades, trata de recuperar la verticalidad.

Todos estamos con un nudo en la garganta; todos (Borja Lasso el primero) sabemos que uno de los nuestros padece una grave lesión. Incluso así, todavía tiene los arrestos suficientes para ponerse en pie y abandonar el césped por sus propios medios. Ya desde ahí, desde ese preciso instante, Borja Lasso había comenzado su particular batalla.

Habló con el club; él lo tenía plenamente decidido. Emprendería viaje a Sevilla lo antes posible, para así ser operado y ponerse manos a la obra con el proceso de recuperación. Tres días después de tan fatídica acción, Borja Lasso era intervenido de una fractura distal del peroné izquierdo en la Clínica Sagrado Corazón (de la capital andaluza).

Fueron 80 minutos en el quirófano, con Borja Lasso consciente en todo momento, y donde el peroné presentaba múltiples fracturas. Desde ya había que pensar en la rehabilitación. En comunicación con los servicios médicos y sanitarios del CD Tenerife, el futbolista andaluz iba cumpliendo las primeras semanas de trabajo.

Sin embargo, ya desde el primer día todo fue demasiado complejo; todo fue demasiado complicado. La lesión era de mucha consideración. Luego llegó la fatídica pandemia (COVID-19), y con ella un confinamiento que comprometió, todavía más si cabe, el normal desarrollo de dicho proceso de recuperación. Borja Lasso lo seguía intentando, día tras día, colmado de ilusión, poniendo todo de su parte, pero…

En esta ocasión, como sucede tantas veces en la vida, después de un pero tampoco sobrevino nada positivo. Lo dicho, no fue una excepción en este caso. Borja Lasso ponía toda de su parte, pero la evolución de la dolencia no era la esperada. Hubo que tomar una nueva decisión, que se tradujo en un nuevo paso por el quirófano.

Poco más de un año después de la primera operación (en concreto, el día 18 de diciembre de 2020), desde el CD Tenerife se informa de que el futbolista sevillano ha sido intervenido “por la fractura en el tobillo izquierdo tipo C, con afectación de la sindesmosis, y realizándole una intervención inicial de urgencia en diciembre del 2019, mediante placa peronea, reducción abierta, osteosíntesis y dispositivo de reparación suprasindesmal. Hasta este momento, Borja Lasso presentaba secuelas, con dificultad para la flexión dorsal del pie y deformidad en garra del primer dedo del pie izquierdo”.

Una vez más, “la intervención quirúrgica fue realizada en Sevilla, a solicitud del propio jugador, dado que es en dicha ciudad donde ha sido tratado desde que ocurrió la grave lesión, y donde igualmente fue sometido a una cirugía y su correspondiente rehabilitación, igualmente a petición del propio futbolista y con la autorización del CD Tenerife”. Nadie arrojaba la toalla.

Atrás quedaba un año de sufrimiento, de incertidumbre; de permanente lucha, por momentos, baldía. Aunque no se podía desfallecer. Había que redoblar esfuerzos, sacar precisamente fuerzas de flaqueza y encarar, con renovados bríos, estos inesperados contratiempos. Así, Borja Lasso prefirió trabajar de manera discreta, alejado por completo de los focos, de las mil y una preguntas que le formulaban a él y a las personas de su entorno; muy metido en su dura, durísima rutina diaria, y sin más distracciones que la de intentarlo una y otra vez.

Miguel Concepción, Juan Carlos Cordero, Luis Miguel Ramis, sus compañeros de equipo… Ellos eran también objeto de interrogantes, y ellos también respetaron, en todo momento, la decisión del jugador: había poco que hablar… y mucho por trabajar. Más y más. Porque la recompensa bien merecía la pena. Eso sí, desde la distancia le reconfortaba sentir el cariñoy el respeto que le tributaba la afición tinerfeñista. Tanto se la ha echado de menos, tanto es el afecto…

Borja Lasso, blanquiazul de corazón. Siempre con nosotros. Por supuesto que siempre a nuestro lado, y siempre contigo. De esta manera, e inmerso en pleno proceso de recuperación, la entidad que preside Miguel Concepción confirmaba, el pasado día 1 de febrero de 2021, la renovación del contrato de Borja Lasso (finalizaba el 30 de junio de este mismo año) para la campaña 21/22. Él mismo, feliz, se encargaba de hacer oficial la noticia.

Pasaban los meses y esa mejoría no terminaba de cristalizar. No era tal. Había que intentarlo, aunque fuera por última vez. En esta ocasión, tras decidir entre varios especialistas, tomó rumbo a Oporto para ponerse en las manos del doctor Niek van Dijk. El día 30 de agosto fue sometido a “una cirugía artroscópica exploradora y terapéutica, en la que se le retiró tejido fibroso”.

Septiembre, octubre, noviembre, mediados de diciembre… y el triste desenlace. Francisco Borja Lasso de la Vega Gayán (1/1/1994, Sevilla) anuncia este martes, día 14, justo dos años después de resultar gravemente lesionado, que tiene que colgar la botas. Escribimos estas líneas, que nunca hubiéramos querido redactar, con nuestros corazones blanquiazules rotos de dolor.

Con rabia y con un profundo pesar, porque a los 27 años, un profesional intachable, una persona repleta de valores, un deportista ejemplar, se ve obligado a alejarse de su gran pasión, le decimos a Borja Lasso que aquí nos tendrá por siempre; que por y para siempre será uno de los nuestros; que el tinerfeñismo, generoso y afectivo con los suyos hasta el infinito, siempre recordará que él se dejó la pierna, en un terreno de juego, defendiendo una camiseta, la blanquiazul, y un escudo, el del CD Tenerife.

Borja Lasso, blanquiazul de corazón.
Siempre con nosotros.