Inicialmente, el rector de la Basílica de Candelaria, el padre Jesús Mendoza, se dirigió tanto a los componentes del club tinerfeño, como a los aficionados y feligreses, para darles la bienvenida y desearles los mejores éxitos deportivos a lo largo de la nueva temporada que comienza. Asimismo, el otro párroco participante, el padre Fermín, auguró un gran año deportivo para el conjunto blanquiazul.
A continuación, toda la familia blanquiazul se dirigió al Camerín de la Virgen, donde los dos primeros capitantes, Cristo Marrero y Culebras, depositaron un ramo de flores a los pies de la Patrona. Seguidamente, fueron pasando todos delante de la Virgen, y una vez finalizó esta parte, el padre Mendoza les agradeció la ofrenda floral.
Por otra parte, acompañando al CD Tenerife, se encontraban el primer teniente de alcalde del Ayuntamiento de Candelaria y otros representantes de la corporación municipal, posaron delante del altar y de la Virgen de Candelaria, para correspondiente foto de familia.
Finalmente, todos los componentes del club blanquiazul pasaron a la sacristía donde firmaron el Libro de Honor, y se les entregó un detalle con la imagen de la Virgen de Candelaria. Luego, el grupo se dirigió a Arico, donde donde tuvo lugar un almuerzo de confraternidad en la finca del consejero Indalecio Pérez. El almuerzo sirvió para que directivos, técnicos y jugadores desearan que la temporada que ahora comieza sea lo más extiosa posible.
