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Primer equipo

El Atlético de Madrid, un equipo históricamente incómodo en el Heliodoro

El Atlético de Madrid no fue nunca un rival fácil para el CD Tenerife. No en vano, el cuadro colchonero ha puntuado en 10 de las 12 ocasiones en las que ha visitado el Heliodoro Rodríguez López en liga. El balance final arroja únicamente dos triunfos loca

El último antecedente, fechado el 8 de abril de 2001, dejó mal recuerdo a los aficionados blanquiazules, toda vez que el CD Tenerife perdía por 1-2 en un Heliodoro abarrotado. Se adelantaron los locales con un gol de Luque en el minuto seis, lo que unido a la expulsión de Torrado en el 14 puso el partido muy cuesta arriba para el grupo de Rafa Benítez.

Un penalti materializado por Luis García a los 72 minutos daba el merecido empate a los insulares, pero muy poco duró la alegría, pues acto seguido llegaba el 1-2, obra de Hibic al cabecear un córner lanzado por Luque.

La primera visita rojiblanca al Rodríguez López, por otro lado, se produjo en la temporada 61-62 y entonces el Atlético se llevó el triunfo por 0-2. El siguiente cruce oficial en liga se produciría 27 años más tarde y los goles de Rommel Fernández y Guina no fueron suficiente para contrarrestar los tres tantos 'colchoneros' (2-3).

A partir de la temporada 89-90, Tenerife y Atlético encadenaron diez coincidiencias consecutivas en Primera, tantas como temporadas acumuló el cuadro blanquiazul en la élite. Los resultados favorecieron casi siempre a los madrileños.

Las dos únicas victorias del Tenerife sobre el equipo rojiblanco datan de las temporadas 94-95 y 98-99. En el primer caso, el triunfo se amparó en un solitario gol de Pizzi y, en el segundo, la victoria también fue por la mínima.

Un tanto del holandés Makaay concedía los tres puntos al Tenerife, que entonces estaba dirigido por Carlos Aimar y sumaba su segunda alegría como local de toda la temporada, un dato preocupante teniendo en cuenta que por aquel entonces ya habían transcurrido 25 jornadas.

Ese exiguo 1-0 permitía al Tenerife abandonar el 'farolillo rojo' de la clasificación, aunque no fue más que un espejismo, porque el equipo acabaría dando con sus huesos en la Segunda División, lo mismo que le ocurriría al Atlético un curso más tarde.