Antonio Rubinos Pérez dirigirá al CD Tenerife por segunda vez en la presente temporada
Antonio Rubinos Pérez será el encargado de dirigir el partido CD Tenerife-Racing de Santander de este sábado en el Heliodoro Rodríguez López, siendo ésta la segunda vez que el colegiado madrileño arbitrará al conjunto blanquiazul en la máxima categoría de
Hasta el momento, árbitro y club sólo se habían encontrado en tres oportunidades, las dos primeras acontecidas durante la temporada 2000-2001 en Segunda División, y saldadas con sendos empates en el Heliodoro Rodríguez López; y la restante en el presente ejercicio 09-10, con derrota en el Ono Estadi.
El revés ante el RCD Mallorca es el antecedente más cercano, que terminó con una dolorosa derrota por 4-0. En aquella oportunidad, el trencilla madrileño expulsó a Luna (74’) por doble amarilla; y a Marc Bertrán (86’) con roja directa; amonestó a Aragoneses y Dinei y sancionó un penalti favorable a los bermellones que significó el 4-0, obra de Webó.
El debut de Rubinos Pérez en un encuentro del CD Tenerife se produjo el 23 de septiembre de 2000, fecha en la que los insulares recibían al Levante CF. El compromiso concluyó con empate a uno en el marcador, goles anotados por Salillas en el 15 (0-1) y por el mexicano Gustavo Torrado en el 60 (1-1).
En aquella oportunidad, el árbitro madrileño expulsó al local Jacob, a los 70 minutos, por doble amarilla; y al visitante Aurelio, por idéntico motivo, en el 86. Además, vieron la cartulina amarilla los blanquiazules Lussenhoff y Hugo Morales.
El segundo y último encuentro se fechó el 13 de mayo de 2001, cuando la SD Éibar visitó el Heliodoro Rodríguez López. El encuentro volvió a saldarse con tablas en el tanteador, esta vez a cero goles, y sin una actuación demasiado afortunada del trencilla capitalino.
Y es que a los 66 minutos, Rubinos Pérez anuló a instancias de su asistente un gol de David Charcos presuntamente legal, mientras que en el 78 expulsaba a Pier con roja directa por una entrada que no parecía conllevar tal castigo. Luis García y el propio Pier vieron también la tarjeta amarilla.
