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Fundación

La Fundación obtiene la cesión del fondo fotográfico y documental del excapitán tinerfeñista Álvaro Hernández

La colección incluye una camiseta de los años 60, junto a fotografías, recortes de prensa, correspondencia, cuadros, trofeos, medallas y banderines del desaparecido futbolista, que vistió los colores blanquiazules entre 1956 y 1969.

La Fundación Canaria CD Tenerife ha obtenido la donación del fondo fotográfico y documental del exfutbolista Álvaro Hernández Castro, destacado integrante del primer equipo blanquiazul entre 1956 y 1969, motivo por el que le fue concedida la Insignia de Oro y Brillantes de esta entidad. Partícipe en el primer ascenso a Primera División, obtenido en 1961, llegó a sumar 272 partidos oficiales con el representativo.

El correspondiente contrato de donación ha sido firmado por el presidente del CD Tenerife y su Fundación, Paulino Rivero, y los hijos del fallecido exfutbolista, Álvaro, Laura y Guacimara Hernández Peña, con la asistencia del responsable de Proyectos Históricos, Juan Galarza. Todos ellos mostraron su satisfacción por la formalización de este acuerdo,dentro de la línea emprendida para la recuperación del patrimonio histórico y la divulgación del pasado tinerfeñista

Entre los objetos incluidos en el referido legado familiar figura una camiseta original de los años 60 del pasado siglo, además de fotografías, recortes de prensa y correspondencia, una veintena de cuadros, trofeos, medallas y banderines, así como unidades de audio

Tras formalizar el acuerdo, Paulino Rivero valoró la importancia de esta cesión. “No se puede querer ni amar lo que se desconoce”, de ahí el valor de conocer la historia del CD Tenerife. “Este legado es su memoria y por eso agradecemos a la familia de Álvaroel gesto que han tenido, que ayuda a que nuestros seguidores admiren una etapa tan brillante”.

Asimismo, el presidente animó a otros exfutbolistas y exdirectivos, igual que muchos aficionados, a canalizar cesiones similares a través de la Fundación, para su disfrute por las nuevas generaciones de tinerfeñistas.

Destacada trayectoria futbolística

Nacido Santa Cruz de Tenerife, el 7 de octubre de 1937, Álvaro se formó en equipos como el infantil Concepción, los juveniles Arguijón y Salud, el regional Atlético Ofra y el juvenil Tenerife, antes de acceder en 1954 a otro histórico, el Real Unión. En el conjunto del barrio de El Cabo militó durante tres temporadas, la última de ellas como cedido por el representativo, que se había hecho con sus servicios cuando contaba con 18 años.

Antes de debutar en competición oficial con el Tenerife, también fue objeto de cesión a la Balompédica Linense, cuadro con el que jugó en la Tercera andaluza. En la localidad gaditana completó una notable actuación como extremo, su posición original en el campo, hasta el punto de que tanto la Balona como el Jerez querían hacerse con sus servicios para el curso siguiente.   

Sin embargo, el regreso a la Isla fue para quedarse. Cierto es que en un primer momento apenas contó para José Espada, en la temporada 1958-1959. Pero un año más tarde, con la llegada de Ignacio Urbieta, que vio en Álvaro condiciones de volante, se le abrieron las puertas de la titularidad, que prácticamente mantuvo hasta la fecha de su salida.

Con todo, el entrenador que marcó su carrera como profesional fue Heriberto Herrera, quien descubrió en él condiciones de defensa lateral. En esa demarcación se movió durante la imborrable campaña 60-61, la del primer ascenso a la máxima división del fútbol español, en la que completó una tripleta clásica, junto a Colo y Correa, con Borredá como medio de cierre, delante de Ñito. Aquella gesta le permitió saborear las mieles de la Primera División, en la que solo se perdió dos partidos, durante el curso 61-62.

De vuelta a Segunda, completó otras seis temporadas con el Tenerife, período en el que mostró una regularidad sobresaliente, que le sirvió para atraer el interés de clubes como el Atlético de Madrid y el Hércules, aunque nunca terminó de cuajar una operación de traspaso. No obstante, el descenso a Tercera, en 1968, le afectó de una manera especial. Su probado amor por el equipo hacía que se viera muy marcado por las derrotas y aquella pérdida de la categoría fue un duro revés.

Al año siguiente, el 8 de junio de 1969, tras totalizar 231 partidos como blanquiazul, fue objeto de un gran homenaje, en su despedida, con la celebración de un partido entre la UD Las Palmas y un equipo del Tenerife, reforzado con jugadores de equipos de Primera (Betancor, Colo, Santos, Collar…) Unos meses después, atendió una oferta del Nacional de Funchal y se fue a jugar a Madeira un par de temporadas.

Con posterioridad, siguió ligado al deporte y ejerció como entrenador y director de la Escuela Municipal de Fútbol de Arafo, donde residía, de la que fue su fundador. Su fallecimiento, a la edad de 78 años, se produjo el 15 de abril de 2016.

Recuperación patrimonial

La labor emprendida por la Fundación Canaria CD Tenerife para la recuperación del patrimonio histórico del representativo y la divulgación de su pasado permite que hoy se disponga de más de 5.800 imágenes digitalizadas.

A la cesión de uso del fondo fotográfico y documental del exfutbolista Ángel Arocha (1907-1938), obtenida en 2021, se ha sumado el Legado Pepe López, que fuera presidente del club en dos etapas y los archivos del fotoperiodista Carlos González y el periodista Imeldo Bello, además de aficionados como Eduardo Pérez Padrón.

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