Fallece Xabier Azkargorta, el entrenador que mantuvo al CD Tenerife en Primera en la temporada 89-90
Sucesor de Vicente Miera en el banquillo blanquiazul, dirigió 41 partidos, incluida la histórica victoria frente al RC Deportivo en la promoción por la permanencia en la élite.
El exentrenador del CD Tenerife Xabier Azkargorta Uriarte (Azpeitia, Guipúzcoa, 26/6/1953) falleció este viernes en Bolivia a los 72 años de edad. Técnico en 41 partidos del equipo blanquiazul en las temporadas 89-90 y 90-91, lo condujo a la permanencia en su curso de regreso a la Primera División, refrendada por la histórica victoria frente al RC Deportivo (0-1, Eduardo Ramos) en la vuelta de la promoción. Este sábado se guardará un minuto de silencio en su memoria antes del CD Tenerife-Celta Fortuna y los jugadores blanquiazules portarán crespones negros en señal de luto.
Con un hermano (Juan Ignacio) con pasado blanquiazul (16 partidos en la campaña 83-84), Azkargorta fue un jugador de trayectoria corta en el fútbol vasco por una lesión que lo retiró a los 23 años. Políglota y profundo estudioso de un fútbol que explicaba como pocos, tras licenciarse en Medicina y Cirugía inició en 1978 en el Lagun Onak de su localidad natal, tuvo una longeva carrera en los banquillos que antes de su llegada a la Isla tuvo escalas en el Aurrera de Ondárroa (81-82), Nàstic de Tarragona (82-83), RCD Espanyol (83-86), Real Valladolid (86-87) y Sevilla (87-89).
Con ese aval y la entidad presidida interinamente por Pedro García-Sanjuán debido a un proceso electoral, fue contratado para suplir a Vicente Miera en un equipo que andaba antepenúltimo —a un paso de las dos plazas de descenso directo— tras arrancar la segunda vuelta con un tropiezo frente al Sevilla (1-2) y siete fechas sin ganar.
Su llegada mejoró el rendimiento (cinco de los ocho primeros puntos, aunque un 1-1 frente al Athletic Club en su debut el 27 de enero de 1990), pero una mala racha en las cuatro jornadas finales (un empate y tres derrotas) condenó a los blanquiazules a la promoción. Para entonces, había sacado fruto su talante dialogante, fruto de una personalidad marcada por su bonhomía. Así, proyectó como lateral derecho a Albert Ferrer (cedido para la segunda vuelta por el FC Barcelona), multiplicó el rendimiento de Quique Estebaranz (diez goles junto a otra decena de Rommel Fernández) y, al menos, evitó el descenso directo.
Abocado a una promoción a dos partidos que preparó en una decisiva ‘mini’ pretemporada en una concentración en la localidad navarra de Estella, el CD Tenerife firmó tablas en el Heliodoro ante el RC Deportivo (0-0) y dejó para la vuelta en Riazor la resolución (0-1), con un gol del mediocampista lagunero Eduardo Ramos, uno de los ‘descubrimientos’ de Azkargorta en aquella etapa agitada que permitió la permanencia en la élite y, a la postre, sentar las bases de los diez cursos consecutivos en Primera División que acumuló el CD Tenerife.
El curso siguiente —con Redondo y los exmadridistas Agustín y Julio Llorente como principales refuerzos—, fue cesado al empatar (1-1) ante el vicecolista Betis en el Heliodoro el día de Reyes de 1991, con el equipo otra vez en la zona de promoción. Tras un partido con Justo Gilberto como técnico interino, fue relevado por el argentino Jorge Solari.
Tras dejar la Isla, hizo historia al llevar a la selección de Bolivia al Mundial de Estados Unidos 94 —su única presencia hasta ahora en la Copa del Mundo— y también entrenó a la selección de Chile, al Yokohama Marinos (Japón) y al Chivas (México). De regreso al país andino, donde se afincó definitivamente en la ciudad de Santa Cruz de la Sierra, dirigió de nuevo al equipo nacional (13-14), además de a Bólivar, Oriente Petrolero, Sport Boys Warnes y Palmaflor.
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