El CD Tenerife gana y convence en el Heliodoro Rodríguez López (4-0), superando a la UD Ibiza con goles de Iván Romero, Waldo Rubio, Enric Gallego y Nikola Šipčić, para llegar a los 46 puntos.
En el Día del Niño Blanquiazul, el encuentro en el recinto tinerfeñista se decantó del lado de los locales en los primeros minutos. Una transición en pocos toques de una banda a otra finalizó con una gran asistencia de Nacho Martínez al corazón del área ibicenca, desde donde Iván Romero perforó las redes del Heliodoro Rodríguez López, por primera vez en la tarde (1-0, 12’), con un magnífico testarazo.
Los futbolistas de Luis Miguel Ramis no tardaron en volver a intentarlo. Fue Waldo Rubio el siguiente en acercarse con peligro sobre la portería visitante, ajustando demasiado su golpeo y rozando la parte exterior del palo (14’).
También se marchó desviado el disparo seco de Nacho Martínez, que cruzó de un lado al otro del marco para terminar yéndose fuera (20’). Una brillante acción individual de Waldo aumentaría la ventaja local. Tras dejar atrás varios defensores atrás, Waldo Rubio superó al portero de la UD Ibiza (2-0, 25’). Talento y pura perseverancia.
Pese al resultado favorable, los jugadores del CD Tenerife no bajaron el ritmo, acechando el área balear una y otra vez. Aun así, Juan Soriano estuvo atento a repeler el único intento visitante de la primera mitad (30’). El descanso no frenó las acometidas canarias, alentados todos ellos por los casi 14.000 aficionados presentes en el Estadio. Escasos centímetros evitaron el tercer tanto local, obra de Borja Garcés, por fuera de juego previo de Mellot (52’).
El gol de Enric Gallego sí subió al marcador. El atacante tinerfeñista aprovechó un mal despeje de la zaga rival para superar de volea al guardameta de la UD Ibiza (3-0, 69’). Luis Miguel Ramis repartió minutos entre sus futbolistas, con la entrada de Teto, Pablo Larrea (primero), y posteriormente de Selma, Kike Salas y Nikola Šipčić.
Y fue el central montenegrino, portando ya el brazalete de capitán en el brazo, quien no pudo entrar de mejor forma al encuentro. Cabeceó con acierto la primera pelota que le llegó, asistido desde la esquina por Álex Corredera para sellar, desde la pizarra, una incostestable victoria para grandes y pequeños (4-0, 84’).