
Arconada, 30 años de experiencia en los banquillos
La experiencia avala al nuevo entrenador del CD Tenerife. Gonzalo Arconada lleva más de tres décadas dirigiendo equipos. A punto de cumplir 50 años (lo hará en 2011), el preparador vasco presenta una trayectoria que otros técnicos alcanzan al final de sus
Y es que Gonzalo Arconada empezó a dirigir muy joven, antes de cumplir la mayoría de edad. Ello tiene que ver mucho con su club de origen, el Colegio Donostia La Salle de su San Sebastián natal. Gonzalo y sus hermanos, incluido el portero internacional y campeón de Liga con la Real Sociedad, Luis María, estudiaron en este centro.
Ramón Landa, profesor y responsable de los equipos de fútbol del colegio, cuenta que “lo habitual era que los chicos que llegaban a juveniles comenzasen a implicarse también dirigiendo a los más pequeños. Se trataba de echar una mano y que diesen ejemplo”.
Landa cuenta con orgullo que “por aquel entonces teníamos una escuela de jugadores y otra de técnicos. Había un gran ambiente de fútbol y eso facilitaba las cosas”.
El colegio La Salle de San Sebastián está enclavado en el barrio de Loyola y aún conservar la cancha de grava por la que pasaron no sólo los hermanos Arconada, sino también otros futbolistas que llegaron a la Real Sociedad, caso de Suquía, que compartió vestuario con los Bakero, Larrañaga, etc.
Landa recuerda que “Gonzalo jugaba con nosotros de portero y era muy bueno”. Añadiendo: “Al acabar COU los chicos ya dejaban el colegio y nuestro equipo, aunque teníamos un acuerdo con el club del barrio, el Danak, para que siguieran allí ya como regionales”.
Gonzalo Arconada compaginó dure un año su labor como entrenador en La Salle y jugador del Danak. “Empecé mediada una temporada porque unos compañeros de clase no podían seguir dirigiendo a los pequeños. Fue entonces cuando cogí un cadete. Estuvo con ellos hasta que pasaron a juveniles. Luego, y tras cuatro años, por indicación de los padres de los chicos dejé de entrenar en el colegio y seguí haciéndolo con este mismo grupo en el segundo equipo del Danak. Al año siguiente ya empecé con la primera plantilla de este club”.
El propio Arconada recuerda con cariño aquellos años de formación, “donde tenía que dar órdenes a jugadores que eran mayores que yo. En el Danak había un grupo humano muy bueno”.
Tanto Landa como Arconada rememoran con cariño esos tiempos del Danak, una entidad que desapareció cuando unas obras de ampliación de una autopista acabaron con su campo. “Se fusionó con el Coscas”, recuerdan ambos.
Poco a poco, el fútbol comenzó a tornarse algo cada vez más serio para Arconada. “Hubo un momento”, recuerda el técnico, “que mi familia me animó a ir sacando los títulos de entrenador, tal era mi afición”.
Estos primeros años de Gonzalo Arconada como técnico son los más desconocidos. Desde finales de la década de los 70 hasta 1991, cuando ficha por el Real Unión de Irún, el preparador se fue formando a base de ir pasando por diferentes categorías.
Pero ese salto al Real Unión, en 1991, ya supuso un punto de inflexión en su carrera. Luego de una larga estancia en el histórico club de Irún, que abandonó en 1998, pasó por otros equipos de la zona, como el Tolosa, donde estuvo un año, y el Beasain, donde acumuló dos temporadas.
En 2001 llega otro momento clave en su vida, cuando pasa a integrarse en la cadena de filiales de la Real Sociedad. “Coger al filial significaba dirigir en Segunda B y eso ya eran más responsabilidades”, explica Arconada, que en ese punto se vio obligado a dejar la empresa familiar, en la que había trabajado durante 21 años.
“Me hice profesional del fútbol con 40 años”, apunta el preparador. “Hasta entonces, sobre todo al principio, me dedicaba a entrenar por afición. El fútbol para mí era una pasión, que poco a poco se fue tornando en un trabajo”, añade. A partir de entonces, la trayectoria profesional de Gonzalo Arconada ya es muy conocida: Real Sociedad, Burgos, Numancia y Almería.
Por lo tanto, el perfil del nuevo entrenador del CD Tenerife se distingue por una larga presencia en los banquillos. Su trayectoria no es la habitual de un técnico que empieza a dirigir al colgar las botas, con 30 o 35 años. Arconada ha salido desde muy abajo. Los que le conocen valoran su constancia y capacidad de trabajo. Sólo así se explica una biografía como la suya.