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Institucional

Adiós a un grande

Este sábado 12 de mayo de 2012 pasará a la historia del tinerfeñismo y del deporte canario como la fecha en la que nos dejó Justo Gilberto. Se marcha un grande del balompié. El CD Tenerife quiere aprovechar su página web para expresar el dolor que le caus

Llega el momento de hacer memoria y recordar quién fue esta estrella del fútbol. 
  
La coincidencia en Las Palmas con otro tinerfeño con su mismo nombre convirtió futbolísticamente a Justo Gilberto González Expósito (4-10-1942, Santa Cruz de Tenerife) en Gilberto II. Toda su andadura profesional transcurrió en el Archipiélago, como jugador y como entrenador.

Justo Gilberto figura dentro del reducido grupo de jugadores canarios que ha logrado militar en Primera con el Tenerife y con Las Palmas. A la edad de 20 años debutó en la máxima categoría con el conjunto de su tierra, durante aquel efímero paso por la máxima división a comienzos de los sesenta, a las órdenes de Rabassa.

Significar que antes de llegar al CD Tenerife jugó para San Juan Bautista, Weyler, Atlético Tinerfeño y Realejos.

Maduró como futbolista en Segunda, categoría en la que logró sus mejores marcas como goleador, sobre todo en la temporada 66-67, con 13 tantos, antes de su fichaje por la Unión Deportiva. Dos años más tarde saboreó las mieles del subcampeonato de Liga, dentro de un equipo de ensueño (Tonono, Guedes, Germán, Martín...) entrenado por Luis Molowny. A comienzos de los setenta debutó en Europa, donde alcanzó los octavos de final de la Copa de la Uefa. Fue convocado tres veces por la selección española, aunque nunca llegó a debutar.

Su regreso a Tenerife, con 32 años, todavía le permitió la disputa de 99 partidos, en tres campañas, con la camiseta blanquiazul. En una de ellas (75-76) formó parte del equipo que eliminó al Real Madrid de la competición de Copa. En total, jugó nueve años en el CD Tenerife.

Dotado de una notable potencia física, Gilberto se desenvolvía en cualquier posición del centro del campo. Incluso fue alineado a lo largo de su carrera como delantero centro.

Gilberto representa también lo que en el argot futbolístico se ha bautizado como un hombre de la casa. Vinculado siempre al fútbol base del Tenerife, bien como responsable de algún filial o bien como ojeador, desempeñó en varias ocasiones la labor de técnico interino. Así por ejemplo, en la temporada 83-84, hizo de puente entre el cese de José Ramón Fuertes y la llegada de Juanjo García. En esa ocasión, el Tenerife ganó al Cartagena, por 1-0, con gol de Torres.

Repitió experiencia en el curso 87-88, también en Segunda. Por aquel entonces empató las etapas de Martín Marrero y Pepe Alzate. Dirigió al representativo en un empate en casa ante el Coruña (2-2) y en una derrota en El Sardinero (1-0).

También se sentó en el banquillo blanquiazul en el choque de vuelta de una eliminatoria de Copa del Rey contra el Barça B. El filial azulgrana ganó por 3-2 en el Mini Estadi, mientras Alzate, ya contratado, presenciaba el encuentro desde la grada.

Gilberto ejerció también de segundo entrenador del primer equipo en varias ocasiones. En Primera lo hizo con técnicos como Vicente Miera, Vicente Cantatore, Xavier Azcargorta, Jorge Valdano y Jupp Heynckes. También actuó de ayudante de otros preparadores como Romero, Lamelo, Joseíto, Fuertes, Milosevic, Joanet y Benítez.

Sumadas las temporadas como jugador y como técnico, sirvió al CD Tenerife durante 31 años.