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Institucional

Luto en el tinerfeñismo por el fallecimiento de Lope Acosta

El ex futbolista palmero jugó 28 partidos y marcó cinco goles con el CD Tenerife en las temporadas 86/87 y 88/89, consiguiendo sendos ascensos a Primera División (1989) y  Segunda A (1987). En su recuerdo, los jugadores blanquiazules portarán durante el p

El tinerfeñismo vuelve a estar de luto tras el fallecimiento este viernes, a los 62 años de edad, de Lope Acosta. Nacido en la localidad palmera de Tazacorte el 25 de octubre de 1958, fue jugador del CD Tenerife durante dos temporadas, en las que consiguió sendos ascensos: en la 86-87 a Segunda A y en la 88-89 a Primera División. Jugó 28 partidos como blanquiazul (24 de Liga y cuatro de Copa del Rey) y consiguió cinco goles.

Auténtico trotamundos del fútbol, a caballo entre todas las categorías menos la Primera División—en la que nunca pudo llegar a debutar—, Cristóbal Lope Acosta Lorenzo se formó en las filas del Aceró, donde destacó lo suficiente para que fichara por la cantera del Real Madrid CF, aunque con 17 años abandonó la ‘Casa Blanca’ e inició una trayectoria tan prolija como singular: quince equipos diferentes en catorce temporadas, con cambios de residencia todos los veranos.

Delantero con velocidad y gol, Lope jugó, por este orden, para el Atlético Malagueño (76-77), Jerez Industrial (77-78), Mérida (78-79), Melilla (79-80), Getafe (80-81), Ibiza (80-81), San Fernando (81-82), Linares (81-82), Ceuta (82-83), Granada (83-84), Oviedo (84-85), Logroñés (85-86), CD Tenerife (86-87), Raja Casablanca (87-88), Tenerife (88-89) y Maspalomas (89-90).

Como blanquiazul debutó el 19 de octubre de 1986 en un Tenerife-UD Salamanca (1-1) de la octava jornada del grupo XX del Campeonato de Segunda División B. Pese a ser titular en solo cuatro de sus quince apariciones en ese curso, marcó cinco goles en dura competencia con Víctor Celso (17 tantos), Julio Suárez (7) y Chalo (7), los artilleros del equipo que llevó Martín Marrero al ascenso a Segunda A en la primavera siguiente.

Lope fue parte de la operación retorno ideada al inicio de la era Javier Pérez por el secretario técnico José Antonio Barrios, que además ‘repatrió’ a David Amaral (Binéfar), el citado Víctor (Murcia) y Salvador (UD Las Palmas). “En mi primera campaña tuve más protagonismo en un grupo en el que ya había buen ambiente, que estuvo toda una vuelta [21 partidos] sin perder y que pronto demostró ser candidato al ascenso”, recordaba hace unos meses en unas declaraciones incluidas en el libro ‘El ascenso que transformó al CD Tenerife’, obra del periodista Luis Padilla.

De regreso al Tenerife en el verano de 1988, se encontró con una plantilla que, de partida, solo aspiraba a la permanencia, pero de la mano de Benito Joanet —un entrenador al que Acosta definía como “un poco raro para la época, no sólo en los planteamientos, sino también al hacer cambios continuos en las alineaciones pese a que el Tenerife ganaba”— acabó por conseguir el retorno a Primera División en la recordada promoción ante el Real Betis.

Lope Acosta sumó en esa campaña trece presencias con la camiseta blanquiazul, pero sólo fue titular en el compromiso de Liga en Salamanca y en las visitas a Maspalomas y Gijón en Copa del Rey, aunque ganó protagonismo como sustituto en las jornadas finales. “En lo personal puede parecer que no fuera un buen año por no jugar mucho, pero guardo un muy buen recuerdo por el compañerismo, el ambiente y los resultados que logramos”, precisaba el exfutbolista bagañete. DEP.