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Institucional

El tinerfeñismo llora la muerte de Fernando Cova

El tinerfeñismo llora la muerte de Fernando Cova. El que fuera entrenador del CD Tenerife en la década de los 60 nos ha dicho adiós este viernes. Por ello, el primer equipo club lucirá luto en el encuentro del próximo domingo en Toledo. La entidad que pre

El luto de este fin de semana y el minuto de silencio del 20 de noviembre también servirá para honrar la figura de Francisco Romero Cabrera, “Romerito”, ex directivo blanquiazul fallecido en fecha reciente.

Fernando Cova fue en su día una opción de emergencia y acabó por armarse del crédito suficiente para concluir la temporada. Ocurrió durante la campaña 68-69, la primera que el CD Tenerife completó en la Tercera División de antaño.

Fracasados los proyectos de Carlos Galbis y del tándem que formaron Luis Guiance y Santiago Villar, el club eligió a Fernando Cova como alternativa. Por aquel entonces, José Antonio Oramas ejercía de presidente accidental, porque la institución blanquiazul vivía la transición entre la dimisión de Eduardo Valenzuela y la posterior proclamación de José González Carrillo como nuevo rector del equipo tinerfeñista.
 
Por todo esto, la suya era, en principio, una situación circunstancial, aunque dejó de serla, ya que Cova consiguió que el grupo alcanzara la solidez que no logró durante la estancia en el banquillo de sus antecesores. Antes de dirigir al Tenerife, Fernando, pese a su juventud (tenía sólo 35 años), había entrenado al San Andrés y a las selecciones juvenil y regional de la Isla.

Esto último le convertía en un gran conocedor de la cantera tinerfeña y por ahí se explica el éxito que tuvo con un plantel que entonces estaba formado mayoritariamente por jugadores de la tierra, a los que él conocía desde su etapa de formación.

Cova apostó por un 4-3-3 y adelantó a Lesmes para aprovechar sus condiciones ofensivas. Con el paso de las jornadas y la acumulación de resultados positivos, se ganó el beneplácito de la afición y de la directiva para acabar la temporada. El representativo cerró el curso en la quinto posición y fue, con 79 tantos, el equipo más goleador de la categoría.

En 24 partidos logró 15 victorias y tres empates, sufriendo únicamente seis derrotas. Ningún técnico que haya pasado por el banquillo blanquiazul ha logrado un balance mejor.

Años más tarde, se convertiría en el máximo responsable del Colegio de Entrenadores de Tenerife,  escuela que continuó presidiendo hasta su fallecimiento.